lunes, 4 de agosto de 2008

La cofradía de Santo Tomás de Canterbury de Puente Castro por Máximo Cayón Waldaliso



El antiguo arrabal y ahora, desde reciente, popular barriada de Puente Castro, es un núcleo de población de la ciudad, humilde y sencillo, típico y laborioso, pero sobre todo, muy histórico ya que en su lugar estaba enclavado el famoso y antiguo Castro de los Judíos, erigido primitivamente para defender el paso del Torío, obra militar posteriormente demolida por Alfonso IX.


Precisamente porque estamos en época propicia, queremos hoy divulgar alguna curiosidad del archivo de la iglesia, donde hemos encontrado documentos de sumo interés religioso. Citemos entre otros, la “Regla del Santísimo Sacramento. Alejandro X Papa 8 de marzo de 1652”, verdadera joya caligráfica; “Libro de la Compañía de Santo Tomás”, de 1624, y otro ejemplar posterior, “Libro de la Compañía de Santo Tomás Cantúrriense, que se sirve en su ermita al arrabal de Puente Castro, extramuros de la ciudad de León. 24 de octubre de 1853”; “Regla de la Compañía de las Ánimas de San Pedro de Puente Castro”, donde también puede leerse”Hízose el de 1673, siendo Rector el Licenciado Andrés Jacinto de Córdoba y Abad Pedro de Soto, vecino del arrabal de Santa Ana”; “Regla de San Roque 1692”. Y otros varios pergaminos que compendian fundaciones de rancio sabor.

La popular, típica y castiza cofradía de Santo Tomás de Canterbury tiene vida propia de su misma fundación. La componen actualmente unas 200 personas entre “hermanos y hermanas”, siendo abad por este año el entusiasta cofrade (además de “papón”) don Saturnino Díez Alonso, hijo del popular encuadernador Saturnino, artesano de su oficio en el antiguo barrio gremial de San Martín, que ha sido alma de esta cofradía de Puente Castro durante muchos años y por ello ha sido nombrado secretario honorario, siendo secretario “normal” de tan antigua cofradía don Primitivo Presa, tan conocido en el ramo de la construcción.

Por varios documentos de esta cofradía de Santo Tomás de Carterbury, sabemos que su vida, además de piadosa, es para ejercer actos de caridad cristiana con nuestros semejantes como es el de enterrar los muertos. Y en algún lugar hemos leído, aunque ahora no precisamos, que en distintas épocas en que León sufrió la invasión de las pestes, como el cólera, etcétera, los cofrades de Santo Tomás de Puente Castro se ofrecieron voluntarios para dar sepultura a los cadáveres, precisamente cuando nadie o casi nadie, por miedo al contagio, quería practicar esta obra de misericordia.

Esta imagen de Santo Tomás, arzobispo de Canterbury, se venera en la parroquia de Puente Castro. La iglesia celebra su fiesta el 29 de diciembre, en cuya fecha la cofradía dedica una misa, “reiterando en nombre de todos los cofrades y sucesores cuanto cree y confiesa nuestra Santa Madre Iglesia para alcanzar el perdón de los pecados y salvación de nuestras almas”

No hemos encontrado hasta ahora el origen de esta devoción de Puente Castro al santo inglés. Sabemos que Santo Tomás antedicho nació en Londres en 1117 y martirizado en Canterbury en 1170 por ser valiente defensor de la Iglesia. Por escrito de 10 de febrero de 1884 la asociación toma “desde ese momento el nombre de Muy Ilustre Cofradía de Santo Tomás Canturiense “ de conformidad con el Obispado, firmando el párroco don Simón Arias y los seises Miguel Cepedano, Remigio Moreno, Pablo Díez, José María Díez, Luciano Ramos y Norberto Torices, además de los hermanos Felipe Sierra, Francisco Redondo, que lo hicieron el nombre de la Junta General de aquella citada fecha.

La cofradía de Santo Tomás del Puente, como popularmente se dice, tiene, pues, mucha solera. Sus actos están bien definidos y su entusiasmo por formar en la procesión del Corpus bien comprobado. Por eso esperamos que el abad de este año, “jefe principal de la cofradía”, se muestre a la altura de las circunstancias para que estas cosas leonesas no se pierdan y conserven esa tradición y ese sabor tan especialísimo, máxime tratándose de una barriada que sabe hacer ruido en todas sus muestras. Vamos a ver si es verdad”

Máximo Cayón Waldaliso

Artículo publicado el 3 de junio de 1961 en el periódico “Proa” de León

1 comentario:

Anónimo dijo...

El autor que se cita se llamaba Máximo Cayón Waldaliso, no Maximino.