martes, 18 de mayo de 2010

Pequeño recorrido por la CATEDRAL DE CANTERBURY

Sede del Arzobispo de Canterbury como primado de toda Inglaterra, Obispo Diocesano de la diócesis de Canterbury y cabeza de la comunión anglicana de todo el mundo. La Catedral es a la vez un lugar sagrado donde, desde más de mil cuatrocientos años, se celebran diariamente servicios religiosos, y parte de una Sede del Patrimonio de la Humanidad que contiene numerosos tesoros históricos.

En el año 597 d. de C., misioneros venidos de Roma convirtieron al rey de Kent al Cristianismo. Agustín, que encabezada al misión, fue consagrado Arzobispo y desde entonces el Arzobispo de Canterbury tiene establecida su cathedra (sede oficial) en la Catedral de Canterbury.

La entrada a la Catedral se realiza por la puerta de la Iglesia de Dios, de principios de la época Tudor y probablemente se construyó en memoria del hijo mayor de Enrique VII, Arturo; Príncipe de Gales, que murió en 1502 a la edad de 16 años.


DETALLES DESTACADOS DE LA CATEDRAL

La Rosa de los Vientos

La rosa de los vientos de bronce es el símbolo de la comunión anglicana de todo el mundo, de la que la Catedral de Canterbury es la Madre Iglesia. La inscripción en griego significa “La verdad os hará libres” (San Juan 8:32).

El martirio

Es el lugar precioso donde Thomas Becket fue asesinado, lo que convierte en el corazón histórico de la Catedral. Así anochecer del 29 de diciembre de 1170, los caballeros del Rey Enrique II irrumpieron en la Catedral por la puerta del claustro que se encuentra a su espalda. Mientras Becket se preparaba para el oficio de vísperas, lo atacaron violentamente con las espadas, causándole la muerte sobre estas piedras. Desde entonces, éste ha sido un lugar sagrado de peregrinación.

La versión moderna del Altar de la Punta de la Espada (llamado así porque la punta de la espada de uno de los Caballeros se rompió, por la fuerza de los golpes, al chocar con el suelo de piedra) está situado en el lugar en el que anteriormente existía un altar medieval. Durante siglos éste es uno de los puntos de peregrinaje de la Catedral. Es significativo que el Papa Juan Pablo II y el Arzobispo Robert Runcie oraron aquí el 29 de mayo de 1982, durante la primera visita que el Papa realizó a Inglaterra. El día de Santo Tomás Becket (29 de diciembre), durante una procesión a la luz de las velas después del oficio de vísperas, el Arzobispo reza aquí una oración.

La cripta oriental

En un principio, desde 1170 a 1220, la tumba de Becket estuvo situada en ella. Se cree que aquí han tenido lugar muchas curaciones milagrosas. Las dos ventanas con celosía en el centro, en la parte superior, permitían a los monjes custodiar la tumba desde la cámara de vigilancia situada arriba.

La Capilla de la Coronilla

Esta capilla se añadió para albergar la coronilla de Santo Tomás, que se le desprendió mientras era martirizado. En 1978 la capilla se dedicó a los Santos y Mártires de nuestro tiempo.

Junto a ella está la tumba del Arzobispo Hubert Walter, la tumba más antigua de la Catedral. Data de 1205 y tiene talladas cabezas románicas.

La tumba del Príncipe Negro

Más allá, a su derecha, se encuentra una de las más hermosa tumbas medievales de la Catedral, la de Eduardo Príncipe de Gales, conocido como el Príncipe Negro (m. 1376). La efigie dorada le muestra en armadura completa incluyendo guanteletes y yelmo, con los estribos que ganó la batalla de Crécy, y junto a su perro. En la parte superior cuelgan copias de su “ajuar funerario”. Los escudos de la tumba incluyen, por primera vez, las tres plumas de avestruz, símbolo de la paz, las cuales todavía se conocen como “las plumas del Príncipe de Gales”. Las detalladas instrucciones funerarias que el príncipe dejó se siguieron fielmente, excepto la de enterrarlo en la Cripta- se juzgó más apropiado situar la tumba aquí, cerca de Santo Tomás Becket.

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